Los Últimos Tiempos
Nuestra esperanza: Fátima aún NO se cumple


Regresar al Inicio

Profecías

Análisis de los Mensajes

Vida de Videntes

Apariciones

Consejos y
Oraciones

Enlaces

Correo Electrónico
(para consultas y suscripción)

En 1917, en la ciudad de Fátima, Portugal, la Madre de Dios advirtió a los hombres - a través de sus tres videntes - del proceso de decadencia en que la sociedad se estaba sumergiendo. Le reveló un secreto compuesto de tres partes. Posteriormente, los autorizó a contar las dos primeras.

En la primera parte del secreto, la Santísima Virgen muestra a los tres pastores el infierno y dice que los hombres se estaban perdiendo. En la segunda parte, habla de la guerra y de la persecución a la Iglesia. Profetiza que Rusia esparciría sus errores por el mundo entero. Pidió la enmienda de vida y la recitación del Santo Rosario.

¿Cómo recibieron los hombres tal advertencia y otras tantas que a través de la historia nos ha ido regalando la Madre de Dios?

El proceso de secularización del mundo prosigue de modo aterrador.

"El pecado - advierte Su Santidad Juan Pablo II - adquirió un fuerte derecho de ciudadanía y la negación de Dios se difundió en las ideologías, en las concepciones y en los programas humanos" la moral es tenida como anticuada y las costumbres de corrompieron a tal punto que ya hay muchos intelectuales y hombres comunes que califican nuestro tiempo como neo-Romano.

Madres que matan a sus hijos arrojándolos a la basura y ufanándose de hacerlo; ‘matrimonios’ homosexuales que tienen pleno derecho de ciudadanía; sacrificios humanos; drogas, violencia, eutanasia, etc. Nunca la civilización cristiana estuvo tan distante de lo preceptuado por Nuestro Señor Jesucristo ¡El mundo caminó en sentido opuesto!

Ante estos hechos, Nuestra Señora de Fátima alertó: Si los hombres no se enmendasen, Dios mandaría un castigo aún mayor, en que naciones enteras desaparecerían del mapa.

Pero, más allá de las tristezas y castigos, Nuestra Señora prometió: "¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!"

La era del caos dará lugar a una época de florecimiento de la iglesia que la Historia jamás conoció.

Es lo que se pide en el Padre Nuestro todos los días y en toda la tierra: venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el Cielo".

Sin embargo, y desgraciadamente, aún no ha llegado esa etapa, sino que, como es evidente, seguimos decayendo cada vez más. Por eso, aunque parezca increíble tener que aclararlo, es absolutamente imposible que Nuestra Señora de Fátima se refierese a este período como el triunfo de su Inmaculado Corazón.

¿Por qué? Porque para que Ella gobierne tiene que ser efectivo el cumplimiento de Su Voluntad. Aparte, tiene que ser universal (evidentemente, no sincrético).

Que en la actualidad unas pocas personas piadosas tengan que luchar contra el prejuicio, el abandono, la persecusión, la ridiculización, no es precisamente un triunfo de Dios.

Pero justamente porque este no es el Reino de María, es que tenemos esperanzas. Porque si lo fuese significaría que Dios está feliz con lo que la humanidad actualmente hace. Y eso es imposible...

El castigo tiene que venir (y no ha sido evitado por una posible guerra en 1985) y tiene que cambiar al hombre en su accionar, en su virtud, en sus intenciones, en su piedad, en sus gustos, en fin... en todo aquello que hoy sólo produce daño y mal en el mundo.

La supuesta victoria sobre el comunismo (segundo argumento esgrimido por los medios de comunicación para certificar el triunfo de Fátima) es falsa. Mikjail Gorvachev, en su best seller "Perestroika: nuevas ideas para Rusia y para el mundo", afirma enfáticamente: "No podemos engañarnos respecto a las modificaciones dramáticas que ha sufrido Rusia en los últimos años (...) los cambios no tienen más sentido que el de favorecer y asegurar la instauración de la autogestión". La autogestión, según la Constitución Nacional de la Unión Soviética en 1917, en su artículo primero, afirma que "la autogestión es la última meta del Estado soviético". La autogestión es, como sabemos, la meta más radical del socialismo y del comunismo, ya que consiste en la eliminación de toda superioridad jerárquica y toda barrera moral instaurando un modelo social igualitario, tribal y subconsumista.

Actualmente, la autogestión es el modelo "ideal" propuesto para la sociedad como una suerte de panacea universal. Es implantada en los colegios, en las granjas modelo, en las universidades, en las empresas progresistas, etc.

Por lo tanto, el comunismo no murió ni se resintió con los cambios. Sino que, por el contrario, se reafirmó, radicalizó y profundizó hasta límites incalculables, permitiendo un estado sin esqueleto, anárquico y caótico.

Todas estas razones nos demuestran claramente que NO se ha cumplido la promesa de Fátima y por ese motivo debemos esperar con entusiasmo, devoción y estudio, preparándonos convenientemente para llegar a ser esas personas de bien que Dios y su Santísima Madre esperan que seamos.

Search  for